Fan art de desconocido
Todas son representaciones mías,
solamente descripciones, no el yo verdadero,
pero entonces, ¿Qué soy yo?
–Shinji
Ikari
Neon genesis evangelion es la serie
de anime, obra maestra de Hideaki Anno que está cargada de material
interpretativo, no solo desde el psicoanálisis sino de muchas otras
perspectivas. La verdad es que asumiré que el lector sabe algo sobre la serie o
mejor aún, la vio. En este texto lo que quiero es plantear y desarrollar
algunos conceptos que la serie me hizo recordar de la teoría psicoanalítica, lo
que no es de manera fortuita, pues Anno reconoce que hay elementos psicoanalíticos
que están en la historia, y cómo pequeño dato adicional, decir que el creador
de evangelion atravesaba una seria crisis depresiva al escribirlo, por lo hay
en él un interés por el psicoanálisis. Empezaré por describir algunos conceptos
necesarios para plantear una hipótesis sobre el personaje en que me centraré:
Shinji Ikari, personaje odiado pero maravilloso que hoy se me presta para lo
siguiente.
Me parece que
no es ya tan desconocida la proposición freudiana de tres instancias psíquicas El
Ello, Yo y Súper-yo (Es, Ich y Über-ich). A forma de explicación básica (sino
es que burda) digamos que son “partes” de nosotros que exigen algo, cada una
pide algo distinto y se maneja muy a su manera. El Ello es la instancia más
primitiva y tiene como urgencia los más básicos instintos, pide que sean
satisfechos inmediatamente, el Súper-yo es el tercero en desarrollarse y básicamente
podemos decir que es ese “pequeño juez y verdugo” personal, resultado de las
identificaciones y relación con los padres, muy cercano a la moral y lo que se
nos ha enseñado que demos seguir como ideal, ambas actúan en mayor medida de
forma inconsciente.
El Yo,
instancia de la que más me interesa hablar ahora, es esa que esta “en medio” de
las dos anteriores, cabe señalar que en su teoría, Freud proponía la existencia de un adentro y un
afuera en el mundo psíquico -a diferencia de Jaques Lacan quien habla de una extimidad, esto es algo así como un
adentro-afuera, los dos al mismo tiempo-, para Freud, el Yo es ese que tiene
más contacto con el mundo exterior y lo consciente, y que también puede acceder y ser influenciado
por el mundo interior, las otras dos instancias y lo inconsciente. Así pues, el
Yo es el que pareciera estar siempre a merced de todo. Aquí me gustaría señalar
que el hecho de que se llame “Yo” no es
ninguna coincidencia, muchos psicólogos equiparan el término a “personalidad”,
ya que casi siempre cuando hablamos sobre quiénes somos hacemos referencia al Yo
sin saberlo, sin embargo más adelante veremos que no somos ese Yo. Para Freud nuestras vidas, lo que hacemos y
cómo somos son resultado de una relación dialéctica entre las tres instancias, osea, de la relación y conflictos entre ellas.
Ahora que leímos
un mínimo sobre qué son las instancias, veamos cómo es que se forma el Yo,
interesante e importante en evangelion. No nacemos con un Yo, como dije, “se
forma”, Lacan es quien teoriza al respecto en lo que denominó "estadio del
espejo", en resumen lo que él nos dice es que este Yo se irá formando como
resultado de las identificaciones con los otros, los semejantes, el primero de
ellos será mamá, tal cual como se le oye decir a los personajes de Misato
Katsuragi y Rei Ayanami en el episodio 26 a Shinji Ikari “Al reconocer la
diferencia entre tú y los demás, fabricas tu propia imagen, y la primera
persona diferente que aparece es tu madre” , y después todos los demás con
quien tengamos contacto significativo; antes de este estadio toda nuestra
energía (libidinal) estaba enfocada en nuestro propio cuerpo, digamos que en
nosotros mismos erradicaba nuestro objeto pulsional,
también en ese momento la madre y el niño eran “uno mismo”, viviendo una
especie de relación simbiótica y es cuando la madre “ve” hacía otro lado, hacia
alguien más, tal vez a un padre, que entra en el estadio del espejo y es aquí que
el niño empezará a salir de ese narcisismo para preguntarse quiénes son esos
otros que la madre ve y parece también querer, así comenzará un camino largo
de identificaciones con los demás, donde prácticamente integrará un poco de
ellos a sí mismo, con el objetivo inconsciente de convertirse en eso que mamá
tal vez quiere y volver a ese estado simbiótico, el máximo placer experimentado. En esa carrera oculta, el Yo es lo que se irá formando como resultado, por lo
que podemos decir que realmente no somos el Yo, ya que el Yo es un poco de
todos los demás que hemos amado-admirado y odiado, y no “somos” algo como esencia,
sino que más bien somos una representación y nadie se hace solo,
refutando el self-made man que
podríamos creer. También tendríamos que agregar que como propuesta de esta
no-esencia se pone en juego la noción de realidad, la cual por lo tanto no
sería lo mismo que verdad, ya que la realidad terminaría siendo percepción
individual influenciada por los otros, por lo tanto podríamos decir que no hay UNA
verdad, sino representaciones de lo real, intentos por simbolizarla (incluir
esto real en nuestro lenguaje).
Pues bien ¿Qué
implicaciones tiene que el Yo no sea una esencia y esté hecho de
identificaciones?, En evangelion nos muestran dos constantemente a través de
Shinji: Dolor y angustia. Y aquí me remitiré específicamente al capítulo 26 de
la serie, donde este personaje está en una especie de interrogatorio, que
pareciera que más bien es un interrogatorio que se hace él mismo, tratando de
dar respuesta a esas preguntas que le resultan tan difíciles, y vemos a los
demás personajes cuestionándolo al respecto, Shinji se pregunta principalmente
sobre ¿qué es él?, y a lo largo del episodio los demás le dan pistas sobre lo frágil
y complicada que es la definición sobre su ser, guiándolo hacía el entender que
somos los otros y existimos gracias a los demás, los limites de nuestro cuerpo
lo determinan ellos. ¿Cómo alguien no va a sufrir si su mayor pregunta no tiene
respuesta?, No somos, representamos.
La dolorosa incógnita de Shinji no es más que una búsqueda vacía, y sufre en su
contacto con los otros porque ellos son él, y él son ellos, no puede confiar en
ellos porque no sabe quién es él mismo, y los otros que lo han lastimado tanto,
su padre distante, su madre al morir, forman parte de su Yo, por lo tanto se detona un odio hacía sí mismo y resaltemos el hecho del dolor que se experimenta por ser formado por los otros, pero tener un solo cuerpo, diferente de los demás, sintiéndose similar y ajeno al mismo tiempo.
Tal vez con
esto podamos entender un poco por qué Shinji se muestra como un personaje resentido, cobarde, llorón, temeroso que le busca sentido a la vida. A lo
largo de toda la serie lo vemos actuar en base a esa angustia del no saber qué
es y qué quieren los demás (pregunta que en realidad es “¿qué quiere mamá? Inconscientemente)
y efecto del no-ser esencia y si ser representación, de los demás.
En la segunda
parte de este pequeño trabajo abordaré algo que deviene de este sufrimiento de
las incógnitas inconscientes no solo de Shinji sino de todos, algo que trata de
aliviar toda esa angustia y dolor: El proyecto de instrumentalización ó
complementación humana, que propone la ficticia SEELE en la serie y una
tentadora y peligrosa pregunta, “¿Quiéres ser uno conmigo?”.
“¡FELICIDADES
SHINJI!”
– palabras de todos los personajes a Shinji en el final de la serie.
Psic. Paulina Serrano F.

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